Desde Comisiones Obreras Castilla-La Mancha se da un paso más en su compromiso con la Responsabilidad Social, la capacitación laboral y la generación de experiencias de empleo como la que acaba de llevar a cabo a través de la contratación de Fernando Delgado, participante del Servicio de Capacitación del Grupo de Entidades Sociales CECAP.

El sindicado tacha este tipo de acciones como "positivas y enriquecedoras" no sólo para cada participante, sino también para la organización. "Es un objetivo compartido impulsar acciones que hagan posible la inserción laboral ordinaria del colectivo de personas con discapacidad, y contribuir a ir reduciendo el alto desempleo de quienes buscan incorporarse al mercado de trabajo".

El sindicato recuerda que las tasas de paro de personas en riesgo de exclusión por razones de discapacidad "son casi ocho puntos superiores a las del resto de personas trabajadoras. De hecho, solo una de cada cuatro personas con discapacidad cuenta con empleo".

La RSE como política de transparencia y buen gobierno

La Responsabilidad Social Empresarial es una acción que preocupa a esta organización sindical en todas las Comunidades Autónomas y, por ello, han redactado entre otros, el "Catálogo de Buenas Prácticas de RSE" que  manifiesta  que "la RSE persigue un objetivo totalmente diferenciado, consistente en equilibrar tres factores fundamentales: el económico, el ambiental y el social".

Este documento redactado desde Andalucía, presenta la RSE como un "sistema integral" de gestión, un proceso de calidad, de rendición de cuentas y de mejora continua. Es inversión, transversalidad, bienestar y sostenibilidad, es un potenciador de la productividad y de la rentabilidad. "Se trata en definitiva, de un modelo de transparencia y buen gobierno de la empresa" y por ello, subrayan, los sindicatos son parte "activa e interesada", que deben "participar y evaluar el cumplimiento de las medidas" de RSE en las empresas, pues repercute sobre los derechos e intereses de las personas trabajadoras. La Responsabilidad Social de las empresas ha de ser entendida como un instrumento global “pueso en nuestras manos” para reconducir los desequilibrios sociales generados por la economía del libre mercado.